Hacer del trabajo un "espacio sagrado"

10.02.2022



Últimamente nos encontramos cada vez más en conversaciones y  publicaciones aspectos relacionados con  las tradiciones culturales y espirituales de nuestros y otros países. Sobre la inteligencia indígena, la sabiduría de la tierra o la fé desnuda. Son temas de conversación que antes sólo aparecían en conversaciones de personas que ya estábamos interesadas en ello o trabajando estos temas.

Hoy en día parece que las personas nos abrimos cada vez más a estas conversaciones. Igual el haber estado más cautos estos  últimos años y vivir con más estrés en muchos casos, nos haya motivado hacia una  búsqueda de mayor profundidad.

Sloan Management School de MIT publicó un artículo hace unos meses en el que recomiendan "aprovechar las reuniones como espacios sagrados" para soltar la genialidad colectiva del equipo.

Estamos viviendo en tiempos en los que el paradigma de las últimas décadas no nos sirve ya. Cuidar el día a día como algo sagrado e integrado suena a algo de nuestros antepasados. Por ejemplo mi tatarabuelo trabajaba la tierra y vivía según los dictados de las témporas. ¿Y si nuestros vecinos y familiares agricultores nos pudieran enseñar cosas, trasladables a otros ámbitos?

En el ámbito organizacional "aprovechar las reuniones como espacios sagrados" es cuidar a las personas y el proyecto/producto. Priorizar el direccionamiento y el "para qué" del proyecto y las relaciones a través de las reuniones y conversaciones. En su mayoría ¿Las reuniones de tu equipo son conversaciones que impulsan la creatividad del colectivo? ¿o ladrones del tiempo sin un sentido claro?

A veces en el coaching organizacional hemos asistido a las reuniones de alguna organización para poder darles feedback de mejora y destacamos 5 puntos para guiar a las conversaciones hacia su conversión en espacios sagrados - en este caso entendido como espacios que faciliten un nivel de conexión que aumenta la participación y entonces la posible creatividad de las personas.

  • Cuidar a las personas y el desafío antes de entrar. Ante una conversación o reunión importante, o en el que preveo dificultad, a veces mis pensamientos se llenan de lo que pueda salir mal o según lo previsto en negativo. Entonces me debilito. Para cuidar el espacio pongo el foco en dos cosas de antemano:
  1. Lo que necesito cuidar para que vaya lo mejor posible
  2. Una actitud positiva y abierta por mi parte, incluso antes de que comience la reunión.
  • Saludar al entrar - Por Zoom o en persona un saludo de unos pocos minutos entre compañerxs aumenta la conexión porque primero nos vemos. Damos tiempo a que lleguemos al espacio de la reunión, y con las cámaras encendidas.
  • Para qué - Ser explícitos sobre el objetivo/s de la reunión/conversación al principio y durante la misma. Desviar mucho del sentido es no respetarlo y crea frustración, confusión y desconexión. Todas las personas son guardianes del sentido que tiene. No solo las que la lideran.
  • Escuchar -
  1. Cuando se trata de tu proyecto/área exponer tu opinión o progreso y abrir la escucha a las opiniones de otrxs. Abrir la escucha es tan solo bajar el volumen de tus juicios y pensamientos para estar atenta a lo que te traen.
  2. Cuando no se trata de tu proyecto/área mantenerte conectada. Escucha a lxs compañeras desde la curiosidad. Puede que veas algo que aporta o que simplemente acompaña. Estar en equipo significa estar presente.
  • Preguntar/Proponer - Tener el coraje y curiosidad para abrir un espacio de aclaraciones ante las dudas, y de proponer aunque no estés del todo seguro de lo que dices. Proponer es ser proactivo y dejarte ser vulnerable para avanzar. Lo otro es quejarse y ser cómodo. No es acercarse al "genio" o creatividad del equipo.
  • Acordar acciones - Tener claridad y crear claridad sobre los siguientes pasos a dar, y sobre todo tus responsabilidades dentro de esto.
  • Agradecer - Indicar el cierre agradeciendo a las personas por algo en positivo.

Para ser una semilla de la cultura que quiero crear, es fundamental desarrollar y cuidar estos aspectos. Durante el día hay muchos momentos para incluir algo de ceremonia que aumente la conexión, con uno mismo, con la tarea, las personas, el camino que quiero trazar. Pequeños actos de amor y otros no tan pequeños, que requieren que salgamos de nuestra zona de confort.